MADRE TIERRA
La madre tierra llora
por el miedo que tiene,
de que lleguen los días
y que el sol se le acerque
mirando su agonía.
En la noche se duerme
con la luz de la luna
y el corazón le canta
como una letanía.
Ya todas las montañas
se prestan muy serenas
a esperar que el torrente
de los mares se acerque,
y como encaje tenue
se enrede entre sus faldas
y las lleve hacia el río
con la muerte inminente.
¡Oh! Pobre madre tierra,
no dejes que destruyan
tu aroma y tu cimientos,
sostén en tu corteza
los árboles y flores,
no permitas mi tierra
que se los lleve el viento.
No permitas que el hielo
se adentre hacia los mares
para inundar los valles
y apagar los volcanes.
No permitas mi tierra
que el sol se acerque tanto
con sus llamas intensas
y destruya los bosques
con su calor hiriente,
sin sentir que tu lloras
pidiendole clemencia.
¿Que podemos hacer
querida Madre Tierra?
Anahilda Garcia