Anahilda Garcia

MADRE TERRA

MADRE TIERRA

 

La madre tierra llora

 por el miedo que tiene,

de que lleguen los días

y que el sol se le acerque

mirando su agonía.

En la noche se duerme

con la luz de la luna

y el corazón le canta

como una letanía.

Ya todas las montañas

se prestan muy serenas

a esperar que el torrente

de los mares se acerque,

y como encaje tenue

se enrede entre sus faldas

y las lleve hacia el río

con la muerte inminente.

¡Oh! Pobre madre tierra,

no dejes que destruyan

tu aroma y tu cimientos,

sostén en tu corteza

los árboles y flores,

no permitas mi tierra

que se los lleve el viento.

No permitas que el hielo

se adentre hacia los mares

para inundar los valles

y apagar los volcanes.

No permitas mi tierra

que el sol se acerque tanto

con sus llamas intensas

y destruya los bosques

con su calor hiriente,

sin sentir que tu lloras

pidiendole clemencia.

¿Que podemos hacer

querida Madre Tierra?

 

Anahilda Garcia