Renuncié a ti, cuando se lo empecé, a contar, lo nuestro, en realidad, fue solo mío.Haberme enamorado de un ser, que si bien, existes, no tienes cara, ni cuerpo, solo en mi imaginación.Me fui sanando de este amor que sentía, y me producía tanto dolor, porque quise estar a tu lado y tu no quisiste. Me rechazaste, de una u otra forma, no creíste que podíamos llegar a algo bonito. Al menos eso creí, en un momento...Luego la necesidad, que fue dilatándose y no tenía respuesta.Esos grandes vacíos y silencios, sumados a una ausencia pusieron el fin. Y ahora estoy más relajada, pero no más feliz.Porque mantenía una ilusión, que ahora carezco. Ya no sueño contigo, ya no. Era una dulce y tierna sensación, el pensar que estarías, una vez a mi lado y no me separaría más de ti. Es cierto, lo confieso, ahora que ya pasó. No fui lo suficientemente valiente, para decirlo, cuando estaba plenamente enamorada, porque siempre lo sentí en forma unilateral.
Conocí tu gente, tu ciudad y creo que son todos un poco ilusionistas y querendones, alimentan fantasías y luego se retrotraen y no se arriesgan a más. Por eso sufrí, lo que sufrí, me hiciste daño, se que no fue tu intención.No, fui yo misma, fui quien quiso y quiso con pasión a alguien sin rostro, que llevaba una máscara más arraigada que su propio ser y no quiso sacársela para mi. Tal vez, lo hagas, en otro lugar y con alguien que te merezca más que yo...Pero créeme que no se,si alguien te vaya querer tanto así. Porque no ha pasado un día en que no piense en tí.