NOCHE DE SOSIEGO
Tras la muerte de día
Callada, helada y sombría
Llega tan bella y a paso lento
Engalanada con un hermoso vestido de luces; La noche.
Vestido en un traje negro, esperando está
El noble que alguna vez blanco y sencillo fue; Mi corazón.
Sin mirar más allá del palco
Lleno de macetas impregnadas con su aroma,
Hablare solo un poco
Pues solo un suspiro fue
La que un sentimiento negro dejó,
Que entre respiraciones profundas y llanto saque,
Y que ahora en mis ojos reflejo; ella.
Dejare que se valla con ella
Como la neblina entre las montañas
Solo una cuarta parte de mí ahora negro corazón,
Dejare que se pierda como una luz en el horizonte
Solo esa cuarta parte,
Porque más de la mitad del negro corazón
En un ataúd se encerró
Y tres metros bajo tierra se aterró,
Siendo ella
La que el primer puño de tierra le lanzó.
Quedando solo en espera la parte de él que nunca amó;
Ven noche acompáñame
Ahora que ambos nos conocemos,
Engalana mi ser,
Y déjame caer en tus brazos
Pues ahora dormir sin soñar quiero.
Sin saber si realmente dormiré,
Sin saber si mañana los ojos abriré,
O si vivo o muero.
Que al fin, ¿qué importa?
Si no podré sacar de mí su inmortal recuerdo
Ese que a fuego lento me estará quemando,
Pero que a pesar de todo me mantiene tranquilo;
Ven noche, cobíjame con tu vestido de luces,
Pues ahora dormir quiero,
Al fin, ¿qué importa
Si vivo o muero?
ANDRÉS SARELLANO