El crepúsculo cae,
envolviendo nuestras almas
con llamas voluptuosas.
La disipación
se hace más intensa,
mis manos recorren tu cuerpo,
las tuyas recorren él mío.
Nuestras mentes,
invocan el ansiado momento
del encuentro sensual tan suspirado.
Indómitos,
nos prendemos en ardiente
abrazo.
Nuestras bocas
se unen en estrujante beso.
A borbotones
hierven nuestras pasiones,
en la negrura
desvaidos quedamos,
al borde del delirio,
y de la nada
bambam