Si brindamos, pues que brindemos
tu y yo y la noche enamorada
si te atreves y con la balada
darle sorbos al deseo.
Te permuto, y ya no te veo
entre las calles de la embarrada
los blowjobs de la encrucijada
entre las damas de la luna
pícaras y oportunas
sobre el gris cuello del asfalto
siempre que no me dices tanto
sobre lo mucho que te diga la nada.
Pero pica la caña un pecesuelo
y las nubes son almohadas
la tierra es cama y frazada
las estrellas canción de cuna
una casa desde su vientre fuma
y rodea Londres el siglo veintiuno
tu y yo que sumamos uno
nos dividimos el fruto prohibido.
y te encuentro dormida en mi pañuelo
te escucho rugir en la calzada
eres la linea que, trazada
dibuja un vínculo con la amargura
como quien camina entre tunas
y hace gestos insipientes
si de reír se te ven los dientes
ni digas que no doy risa
y si me tiro de la cornisa
atrapame con tus canciones.
Blas Roa