Labriego. 1
Este hombre que aquí veo inclinado ante el surco
Plantando las semillas que mañana serán
El alimento suyo y alimento de muchos
Que, alegres, de sus frutos un día comerán.
Este es un hombre bueno, que estando aun oscuro
Ya va camino al surco donde esperando están
Los fértiles sembrados que trabajando duro
Plantó y crecer ha visto y ya cosechará.
Buen amigo labriego que con tu surco creces,
Bien se que no recibes lo que bien te mereces
Por lo que haces, y sigues amando tu labor.
Y es que eres de esos hombres puros como las flores
Que adornan los paisajes sin reclamar honores
Porque en tus manos siempre hay acciones de amor.
Labriego. 2
A todos los labriegos de la tierra
va dedicado mi homenaje, a ellos
que son hombres de paz y allá en las sierras
y en las llanuras y en los altos cerros
dedican con amor su vida entera
a amar los surcos, entregando a ellos
sangre, sudor y lágrimas sinceras
cuando el invierno o el verano arteros
no permiten el fruto deseado.
Sin embargo el labriego resignado
sigue tenaz cumpliendo su misión
sembrando el trigo para el pan sagrado
y el alimento siempre demandado
por multitudinaria población
Fernandoelgrande
Reg. Der. De autor
14-10-2009