Yo la miraba,
Cuando salía a caminar sin horas
Y se perdía en los umbrales
Que abrazaban a la ciudad dormida.
Sus piernas,
Respiraban de la esencia del asfalto,
Iban recorriendo cada pequeño lugar
Del horizonte hasta desaparecer,
Sus manos, bellas e inmortales,
Me decían al oído que volver,
Era cuestión del tiempo
Y, que llegar,una necesidad.
En sus ojos,se podía ver el mundo,
Los átomos transparentes
Que llenaban de palabras la soledad…
Yo la miraba, y sin embargo así,
Fue imposible encontrarla.
JULIO CASATI