A NHORA ELENA... MI ESPOSA.
Hay un paisaje verde a montones,
do la llevé enamorado,
la natura regicijó nuestros corazones
y nos dió aromas no aspirados.
El gélido río bajaba cantando,
acatriciando piedras y arena,
en él, insinuante te fuiste adentrando
invitandome lejos de mirada ajena.
La inmensa montaña de nubes coronada
de ósculos y caricias fué testigo,
éramos un todo sin importar nada
lejos de la ciudad , la gente...tú conmigo.
Buscamos refugio en la cabaña
para conocernos por vez primera,
otras aguas el cuerpo nos baña
y fueron horas enteras, de primavera.
Es hermoso ver tus ojos anhelantes
sentir tu aliento, recorrerte toda,
oh inefable epifanía, ambrosía que antes
deseara y ahora tengo desde nuestra boda.
Algún díavolveremos, a recordar
cada paso que dejamos ahí,
o ya sea para volvernos a amar
porque así fué que nació nuestro SÍ.