Vienes amor ,
con ese rumor de nidos en las manos
portas el don de la miel,
¡dulce condena para mi boca!
que anhelante de ti
ofrece un vino antiguo
y en una fiesta de media mañana
dejamos que trepen
dos niños hasta el alba…
reeditando todas las edades
inscritas en el misterio de la piel,
ahora aquí amor mío…
lavaremos las heridas en este vino
macerado en la pureza del llanto
envuelto en la creciente llama de la sangre.
Pájaros de luz incineran
tus viejas naves en mi vientre
vistiendo el horizonte
en garzas blancas..
la prímula de tu risa ilumina el día
en anticipádas primaveras.
Vienes y vas amor
y aunque mañana tú no estes aqui
y el silencio me persiga de cerca
mis caricias sin manos
enredaran tus cabellos,
en una cuerda de trinos
seguiremos muy unidos.
Alejandrina.