He recibido tu mensaje en celular.
Tu intención, evidentemente,
es la de hacerme poner mal.
Parece que gozaras, haciéndome poner en la intriga
y en la decepción.
¿es que no quieres verme feliz?
Cuando llego a la culminación final
de mis sentimientos cumbres de felicidad,
me lanzas palabras venenosas,
para envenenarme el alma.
No comprendo tu actitud tan ofensiva.
Si nuestros desencuentros
hemos tenido, piensa que nada que ver conmigo.
Eres tú la que apareces y desapareces.
¿Qué es lo que represento yo en tu vida?
No me tomes como un juguete.
Ni te comportes como una chiquilla.
No soy un juguete ni tú una beba.
Compórtate con adultez.
Si ya nada quieres saber conmigo, dímelo.
¿a qué se debe que te ha picado el bicho de la indiferencia?
Siempre has sido una mujer directa.
También ahora lo eres porque dices lo que sientes,
pero no creo merecerme las palabras
que me escribes. Me estás insultando...
y no te lo voy a permitir.
Ten la valentía de enfrentarme
y decirme todo lo que quieras, pero no mientas.
Anímate hacerlo personalmente.
Me hablas de una infidelidad que sólo está en tu imaginación.
Corrobora tu duda, y demuéstrame que lo que me dices es cierto.
Palabras ofensivas, y sucesos que no existen.
Tengo paciencia, soy pacífico.
Pero no me la hagas perder,
y no me conviertas en un león indomable.
Las personas estamos para dialogar
y poner las cosas en claro.
Si nada ya sientes por mí, atrévete y dímelo.
Pero no salgas con mentiras absurdas.
Da la cara... así como hace unos días nomás,
te me entregabas toda, con amor, con pasión...
y hasta me convencí que eras toda sincera.
Mis sentimientos no han variado,
eres tú la que has cambiado, sin fundamentos.
Cambia de actitud. Citémonos para conversar
sobre tus ofensas y mentiras.
¿dónde quieres llegar con ellas?
Te percibo como enloquecida,
tal vez porque tus palabras suenan
a locura, son irreales...
Si necesitas explicación, encárame y te la daré,
pero no te comportes como una anónima mujer
despechada por hechos que no han sucedido.
Si no confías en mi fidelidad,
ven y dímelo en la cara...
no te comportes como una intrigante...
enfrenta la realidad de mi realidad,
no de las tontas suposiciones tuyas,
que no tienen validez ni autenticidad.
Si estás cuerda y sigues amándome,
ven a hablar y aclararemos tus suposiciones...equívocas.
Siempre te he sido fiel,
haz tú lo mismo, y conversemos para solucionar,
para hacer a un lado los absurdos que me has escrito,
o para despedirnos para siempre.
No alteres mi existencia,
busquemos la paz, o despidámonos para siempre...
eres tú la que debes decidir...
te sigo amando...
¿por qué tendría que dejar de amarte?...
Continuará
Todos los derechos reservados del autor(Hugo Emilio Ocanto - 15/08/2013)