Y ella fue un suspiro
que en el crepúsculo,
como la luz, se ha desvanecido.
Ella fue un beso
y en la noche,
como una estrella,
me alumbró
y en la mañana
ya ha desaparecido.
Ella fue mi última puerta
que mi ayer dejó entreabierta
para que mi alma hoy la cierre
y deje atrás
todas sus tristezas.