Tu labio de recuerdo está encendido
con lava de volcanes hoy me siento,
con piel herida y triste como viento
y unión de besos cuando se ha vivido.
Más de tus ojos sigo yo embebido
bajo el embrujo cruel, de rosa; aliento
que de mi corazón es sufrimiento,
de martirio, de fuerza; y no he sabido,
que tus caricias hayan ido a boca
ajena, más tu ausencia es como luto,
como la sangre turbia, celos, loca,
y al no confiar me vuelvo disoluto,
y aunque siga soñando en nuestra poca
esperanza, tu fuego es impoluto.