Ahora ¿qué cuento debo contar?
si al divagar en mi mente,
no soy yo quien debe hablar.
Es ante todo inminente
que es decadente el soñar,
que el quererte sueño mio
esta dentro de un poeta impío,
que no hace más que alegar.
Cualquiera puede ser poeta,
y buscando cierta treta, engaña;
es decadente el lenguaje,
es decadente el que sueña,
y son cadenas y sueños
lo que mata y no envenena.
Que dulzura del lenguaje,
tan amargo y tan burgués,
que idiotez es de mi parte,
el soñarte y no tocarte,
y escribirte tantas cosas,
y esconderme otra vez