Me aferro a la realidad
que hoy es clara y fluída
etérea como la soledad
de una habitación encendida.
Me aferro a la espuma
que hoy es tinta blanquecina
para saciar la sed de la pluma
y éste necio amor que se empecina.
Me aferro a la historia
de aquél beso que robaras
que es recuerdo en la memoria
y éste hipócrita verbo narra.
Derramando toda su nostalgia
sin recato alguno en la palabra.
©Tizzia Holwin 2013
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México