Me siento como las olas,
pues a pesar de los golpes
que la vida me da
resurjo una y otra vez
para volver a comenzar.
Siento que la vida
es algo muy especial
que sin lucha nada se nos da,
pues no hay viento favorable
para el marino
que no sabe a dónde va.
De la vida he aprendido,
que las palabras dichas,
el tiempo no las vuelve atrás,
y que el tiempo perdido
no se puede recuperar.
Por eso deseo sentir la dicha
al lado de ti, mi amor,
olvidando las horas de tribulación
que embargan nuestro corazón.
Los momentos de alegría
me dan fuerzas para avanzar,
por eso no camino delante
ni tampoco detrás,
avanzo a tu vera recorriendo
el camino con esperanza
hacia el destino que esperándonos está.
Sé que el transcurrir de la travesía
se puede hacer muy pendiente
y que es necesario darse una tregua
para descansar y las fuerzas recuperar,
fuerzas que de reponer nos olvidamos
por estar demasiado ocupados
en vadear los escollos
que nos salen al encuentro
a pesar de nuestro querer.
Pese a ello, espero con anhelo
cada día oír tu voz,
contemplarme en tus ojos
fieles espejos de mi yo,
y sentirme entre tus brazos
escuchando el latir acelerado
de nuestros corazones
rebosantes de amor.
En ocasiones me siento cansada
por tanta lucha sin tregua,
y meditando me digo:
¡Cuánta insensatez!,
siempre tan ocupados en los demás
sin dejar un instante para podernos entregar
a nuestras ilusiones que sin darnos cuenta
las dejamos atrás.
¡Olvidemos a quienes
no merecen nuestros desvelos!
¡Vivamos los momentos que nos restan
que seguro serán muy bellos!.
Quiero un poco de sosiego y de la vida gozar;
quiero un poco de calma y darnos tiempo para soñar
haciendo de nuestros sueños una dulce realidad.
¡Cuánto desatino!
Hacemos de nuestra existencia un sin fin de problemas
a los que dedicamos demasiado tiempo en resolver
sin apreciar los hermosos momentos
que nos pueden llenar de dicha para las penas olvidar.
Vivamos la pasión,
dejemos tiempo para amarnos,
no olvidemos que el amor
es el timón de nuestras vidas,
y lo que un día nos unió.
¡Qué torpeza!
En vez de aprovechar el momento
lo dejamos para mañana.
¿Y si este no llegara?,
entonces sería el final ya que del más allá
nadie ha vuelto para volver a comenzar.
Ahora mi bien estamos a tiempo
para con entusiasmo preparar un mejor final.
Medito sobre los sabios consejos
de personas muy doctas y los intento aplicar,
por eso a pesar de los golpes que la vida me da
como las olas resurjo una y otra vez
para volver a comenzar.
Sé que el tiempo perdido en lamentos, perdido está,
y por mucho arrojo que empleemos
nunca lo podremos recuperar.
Hagamos como las olas,
que a pesar de los golpes
que la vida les da
resurgen una y otra vez
para volver a comenzar.
Autora:Esacapina- Luisa Lestón Celorio
Registrado. Tomo- CON MI PLUMA EN RISTRE.
14 de mayo de 2010