Luis Rayo

La niña de la noche

 

Perlas de lluvia que surgen de sus ojos,

silenciosas, anémicas, desahuciadas,

por el sentimiento de la niña

que nació con la desventura,

y con truenos de desgracias

que se dieron por añadidura.

Fue su destino, mitad miseria, mitad desprecio.

Nacer en el infortunio, fue su más alto precio.

Juguetes de tierra y lodo,

mendrugos de pan podrido,

abrazados por el hambre que pulula

en las entrañas de la niña de la noche

y un llanto que sólo se escucha en el límpido

azul del cielo, con nubes de plumaje ríspido.