Soy quien del tedio conoce las alturas
quien cayó en las brasas del olvido,
soy de las más desdichedas criaturas
que de lo malo y cruel todo ha conocido.
Soy quien sembró en la noche alburas,
quien no mereció el trato merecido,
soy quien al amor nunca pone ataduras
por eso aún de rodillas, jamás ayuda pido.
El ave que no conoce el aire no sabe de felicidad,
porque las alas se hicieron para volar,
ay del alma -pobre alma- que vive en orfandad.
Porque no vinimos a la vida sólo a soñar
estamos aquí para el perdón y la piedad,
por eso tenemos corazón, para sufrir y amar.