NO NACÍ
No nací.
Me quedé en una noche
de fulgores celestes,
en el capullo seco de una flor
a destiempo cortada,
me quedé en el crepúsculo ausente
de las gotas de lágrimas.
En los árboles llenos de aroma
y en el huerto preñado
de la salvia amarga.
Me quedé con los brazos abiertos
mirando la luna
y en todos los colores
que trajo el arco iris.
En las olas del mar
que vienen lentamente
y al encontrarse sola
muy triste se despiden.
No nací.
Me quedé en el arrullo
de unos brazos sin fuerzas
cansados de soñar
con su destino,
en el pájaro triste
que se marcha
porque nunca pudo
encontrar su nido.
No nací.
Me quedé sin la vida,
sin sueños, sin recuerdos,
me quedé sin olvido.
Anahilda Garcia