Blanca gaviota
que surcas los cielos
con tu majestuoso vuelo
sobre las olas del mar.
Al arrullo de mi alma
ven a curar tus heridas
que yo te daría la vida
para poderte salvar.
¡No temas al mundo
en su errar profundo
abatiendo en un segundo
lo que en años te costó alcanzar!
Hermosa ave del paraiso
contempla desnudo al ser humano
y verás que pequeños nos hayamos
ante tu grandeza espiritual.
Gaviota de espuma blanca
a orillas del Mediterráneo,
sigue cantando en clave de sol
porque para las Bellas Artes te crearon.
No dejes el rumbo y corta los vientos
acompañada de tu fiel pareja,
luchando por la supervivencia
del polluelo que tanto te costó lograr.
¡Y elévate alto, muy alto
aunque estés herida de muerte!
y aunque el dolor nuble tu mente,
¡¡Te sobran agallas para poder volar!!
Fina