La muerte mas dolorosa y más lenta, es la muerte de dejar de soñar.
Te lleva al abismo, te empuja hacia la fragilidad de no poder pensar.
Te arrastra hasta el espejismo de no tener nada que pereder, nada que querer.
Hasta los suspiros pierden su razón, ya no son de nostalgia o pasión, ahora son
de cansancio y de dolor. Hasta la más simple de las rimas pierden el color,
ya nada tiene sentido, solo seguir vivo por que aún no muero, solo vivo
por que el corazón aun late, aunque su latido no sea propiciado por nadie
nadie que sienta como fluye la sangre por mis venas, vivo por que no muero
y no muero por que hasta el dolor alimenta mi corazón.