Hoy me sentí un poco inquieta,
mis pensamientos pausados
dominaron ese momento
de letargo sorpresivo.
Mis pasos me llevaron hasta el ventanal,
una fuerza extraña se apoderó de mi mente,
solo quería salir y disfrutar de ese viento
que silbaba presuroso, como perdido,
nervioso como mis pensamientos.
Una dulce brisa acarició mi cabello,
aún húmedo por la ducha,
salí a la terraza y entonces la vi...
La Luna era más grande y bella de lo habitual,
brillaba con tal intensidad,
que tuve que cubrir mis ojos con mis manos,
¡era algo mágico!
No podía apartar mi mirada,
por un instante... creí que me hablaba.
Sí, es una locura,
más yo no le veo de esa manera,
cierto es que la Luna
es fiel testigo de los enamorados
y yo... ¡estoy enamorada!
Luna hermosa,
que callada llevas
mensajes de amor
a miles de corazones
ávidos de ilusiones,
entrega hasta su boca,
este beso que te entrego,
deposita en sus labios,
este te quiero, que en mi pecho nace,
y que gritar quiero.
Luna, dile que le amo,
que le deseo, que le necesito,
Luna, dile que por su amor muero.