Mauro Enrique Lopez Z.

Doctora su suavidez y mi gran amor

Me tomaste mi mano doctora, comenzaste hacer el masaje,

en la forma que lo hacias no me dolia tanto

por la suavidad de tu mano y siento algo en mi,

como sabía que yo escribia versos dijiste:

\"Recítese una prosa hasta terminar mi trabajo\",

lo hice tan sencillo como reias le dije

¿porque lo haces? es que son tan feo como el que

inspira, volvio a reir es que usted me alegra el día,

tengo problemas en casa, contigo con tus ocurrencias

y juntos con los versos me haces feliz, cuando me lo pide usted

lo hago en el momento con mucho amor, su belleza y alegría

como me inspira y salen de mi pensamiento,

aunque usted no lo crea, solo vengo porque usted

que también me hace alegrar mi vida.