¿Mamá decime porque me trajiste a este mundo?
Cuando muchos te pedían que cambiaras de rumbo,
Todo por un hombre imbécil que se aprovechó de tu inocencia,
Ahora yo soy tu penitencia.
A pesar que sufriste ese trágico acontecimiento,
Tú me ansiabas en tus brazos y querías disfrutar ese momento,
Yo golpeaba tu vientre y tú les decías a tus amigas, se movió nuevamente,
Unas decían, será futbolista, otras decían, será karateca y tu decías será presidente.
En mi infancia mucha gente murmuraba ahí va el hijo no deseado,
Tú decías no prestes atención, ellos tienen un corazón horadado,
Mientras nosotros tengamos felicidad,
Regalemos una sonrisa, aunque nos juzguen con maldad.
Yo jugaba en el suelo y rompía mis pantalones,
Tú regresabas del trabajo cansada y te quitabas los tacones,
Empezabas a zurcir mis harapos,
Tu sueldo era una miseria que mis juguetes eran piedras y sapos.
Eras hermosa y tenías infinidad de pretendientes,
Pero todos se aprovechaban de ti, porque eras madre soltera,
Jugaban con tus sentimientos y te trataban peor que una ramera,
¿Mamá decime porque te enamorabas de esos delincuentes?
Recuerdo que me levantabas de madrugada para ver quien me cuidada,
Llorabas angustiosamente, porque nadie te hacia ese favor,
Llamabas al trabajo pidiendo permiso porque no escucharon tu clamor,
En las noches a Dios le pedias fuerzas para no sentirte como esclava.
Tantas incógnitas circulaban en mi mente,
Hasta ahora de grande lo pude comprender,
En medio de todo aquel sufrimiento, me supiste abastecer,
Me diste comida, ropa, medicina, amor y soy un poeta no un presidente.