LauraU

La bruja...

Cuatro sillas, una sabana y unos broches formaron el palacio de mi hija.

El osito cielo, la muñeca Pepona de piernas anaranjadas y largas trenzas

fueron los invitados especiales.

Almohadas, frazadas y una linterna

 se convirtieron en una cama de princesa y en un velador mágico.

Por las noches era una luna llena y en las mañanas un bello sol.

Desde la ventana,

veía carrozas doradas, llevadas por blancos caballos,

mariposas de mil colores y un payaso con roja nariz

mostrando una perfecta sonrisa

que hacía a mi hija feliz.

Detrás de ellos,

monos con pelucas robadas comían bananas

y hacían payasadas.

Flautas, trompetas y tambores

formaban un pentagrama musical imaginario

que adornaban mis oídos como lujosas joyas.

En una gran mesa

un banquete de panes calentitos,

 tortas de crema y bombones de chocolate

 que embriagaban mi apetito.

 

Un perfecto desfile de hermosas melodías, colores y

aromas ricos.

 

Y en una habitación, en el mundo real,

LA BRUJA COMPUTADORA SE APODERO DE MI HIJO!

 

 

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