En algunas instancias de la vida nos encontramos sumidos en el brío que ésta nos ofrece. Nos volvemos sauces que sollozan en su propio río…
Más el que confía en Dios, siempre tendrá la certeza, que después de una gran prueba de vida, él con su infinita misericordia socorrerá nuestras horas y hará llover lluvia de gracia ante nosotros… árbol caído podremos ser en algún momento, leño que otros cortan…Pero la bendición llega en algún momento, en cualquier instante en que nos conectamos directamente y humildemente ante Dios.-
Así es la bendición que hoy arropa mi alma; por que a pesar de todo y pese a todo he puesto mi confianza en Jesús y aunque me vi ciega en el camino… Abriéronse mis ojos y el sendero se iluminó ante mis pasos…
Hay que dar las gracias por lo bueno y por lo malo de las horas que avanzan… por que así serán las dádivas divinas… El maná del cielo que descenderá desde lo alto… la prueba a la fe y a la paciencia es una carrera que hay que saber caminar, sin desfallecer por que hambrienta estuve, sedienta en el camino y desolada. Más él se apiado de mí y recibo humildemente lo que el con amor me da… Porque no es bueno ponernos a hablar de los actos de nosotros mismos ni mucho menos hablar de el actuar de otros, pues siempre he confiado que el omnipotente y omnipresente todo lo ve y todo lo sabe… Porque no necesito justificar mis actos ante el hombre (ser humano) por que Dios todo lo sabe y según eso nos pone en balanza y conociendo nuestros corazones y pensamientos nos mira desde lo alto seguir nuestro camino…
Alzo a Dios mi plegaria por lo que dejé atrás y los que tanto amo, ruego por las almas nobles que me han cobijado con tanto amor… por mis amigos y enemigos por igual… Que Dios siempre tenga misericordia de ellos… Que nunca mi corazón se ennegrezca con el rencor y el odio, que siempre pueda perdonar para que puedan otros perdonar mis faltas….
Porque dura fue la cruenta cima… de piedra el camino que orado mis pies… llano y desolado… Pero jamás he perdido, ni perderé mi fe en Dios.
“Por que todo lo puedo en Cristo que me fortalece”
Gracias Dios por todas las bendiciones que me estas dando… Hoy con el corazón lleno de júbilo desde el fondo de mi alma nace un “Aleluya”