Había una vez una niña muy bonita y sonriente
Que no era para nada grosera ni nada corriente
Era tan risueña, tan alegre y tan divertida
Que era difícil creer que su sonrisa era mentira
Llegó el día cuando ella conoció a su mejor amigo
Que le prestaba su chamarra cuando ella tenía frío
Su amigo era alguien con un oculto pasado
Cosa que le reveló porque en ella había confiado
Su amigo se esforzaba por demostrarle a su amiga
Que era lo mejor que le había pasado en su vida
Y aunque él era muy buen para escribir poesía
No sabía cómo ni cuándo decirle cuánto la quería
Un día por fin se le ocurrió revelar lo que sentía
Pero no le dijo todo ni le expresó lo que resentía
Desde ahí su amigo no supo qué hacer ni qué pensar
Hasta que lo obligaron a intentar y recomenzar
Y aunque por un momento juraba que la odiaba
Por más que lo aparentaba, sabía que la extrañaba
Así que decidió ignorar los malos consejos
Para entonces poder comenzar desde cero
Y su amistad resucitó como si nada hubiera pasado
Su amigo pidió perdón por el tiempo que quedo callado
Él nunca olvidará que lo perdonó con un abrazo fuerte
Y nunca olvidará que fue ella la que le habló de repente
Él nunca dejó de admirar su valentía emocional
Y como amiga era única, siempre sonriendo natural
Sonriendo de lo que fuera, aunque fuera de ansiedad
Riéndose de cualquier cosa para contagiar su felicidad
Y de repente, él prometió escribirle un poema
No tenía ni idea cómo empezar pero aquí está la prueba
Para que ella nunca olvide que hubo una vez una persona
Que la quería demasiado, más que cualquier otra cosa
Y aunque ella le agradece porque es su mejor amiga
Él se ríe y responde que es un honor estar en su vida