Estoy al borde de la muerte.
No quiero preocuparte ni afligirte.
Pero necesito y debo decírtelo.
Te he elegido a ti...
¿a quién si no?
Eres lo único que en la vida tengo.
No sé ni tengo la menor idea de cómo
has de tomar lo que voy a decirte.
Gozo de una excelente salud.
Tal vez... sería mejor no tenerla,
para justificar mi decisión.
Tienes...una personalidad fuerte,
eres indiferente a mis sentimientos...
a mi amor...
hemos estado juntos unas cuántas veces...
gozando del placer del sexo...
varias veces me has dicho
que optaste en tu vida
ser una mujer libre...sin ataduras sentimentales,
y que el sexo era lo más importante,
que no estabas segura de poder llegar a amar,
porque la prioridad en tu vida, era la liberación...
nunca has deseado a nadie que comande o dirija tu vida.
Que habiendo amor, la vida es otra cosa,
deseo no estar más en este mundo.
Leo, veo, escucho,
en los diarios, en la televisión...
espantosas situaciones y acontecimientos mundiales...
y siento un gran temor de continuar viviendo.
Aún ésta no es mi definitiva despedida.
No deseo ni pretendo te hagas cargo de mi situación actual,
nada tendrás que ver en mi definitiva resolución,
en el momento que la ejecute.
Ni pienses que estoy loco.
Esta, la locura, sería una justificación más
para encontrar la muerte suicidándome.
No sé cómo, pero he de ejecutarla.
Colgándome de una viga,
tirarme bajo un tren,
asestándome un tiro en la sien o en el corazón...
no lo sé...cuando lo haga, te enterarás...
Tenía que decírtelo,no puedo dejar de confiártelo.
No quiero tu consuelo. No aceptaría tu consejo
de disuadirme de mi proyecto...
no lo hagas...no quiero me salves...
conozco tu personalidad, reconozco tus sentimientos...
tú a través de ésta, mi confesión,
me conocerás mejor...
pero nunca estarías en condiciones
de vivir la monotonía de una vida de casada...
porque no lo aceptarías.
Que el que te siguiese la corriente
con tu personalidad, lo hiciese,
de lo contrario,girase sus talones...
y siga su camino.
Te he seguido la corriente por largo tiempo,
soy como soy, y tú...como eres.
No has variado en tu forma de pensar...
y ahora me corresponde girar mis talones,
y seguir mi camino.
No estoy harto ni cansado de ti.
Estoy harto de la vida.
Varias veces hemos tocado este tema.
Algunas veces me has dado la razón,
otras no. Siempre uno no da la razón al otro.
Cada uno con su forma de ser y pensar.
Así debe ser. Si todos nos pareciéramos en todo,
realmente la vida sería muy monótona.
Hoy siento en mi alma el pesar de los miedos..
el no aguantar más situaciones de vida...
que son como si existiesen en un muerto cuerpo...
el mío. Siento la muerte en vida.
Estoy seguro que nadie ha de llorar mi muerte...
tal vez tú...¿derramarás una lágrima
por mi ausencia de vida?
Si fuese así, moja mi cuerpo yacente,
cuando esté en mi féretro.
Cuando pase a mi otra vida...
después de mi terrenal muerte...
Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto -21/08/2013)