Aquí estoy
En esta turbia noche
Cuando los nubarrones se han apoderado de mis sueños
Y antes de partir de esto que llamamos realidad
Quiero dejar mi testamento
Dejar por sentado
Frente la noche, la lluvia y silencio como testigos
De mi plena facultad y dejarle un mensaje a todas las que he amado
Antes del lánguido ocaso
De mi pluma para recordar bellos momentos
Pensé, y creo que fue mi error, creer que yo sería eterno
El invierno me ha envenenado de profunda melancolía
Robando el aroma a las flores
Y el brillo que reposaban en mis pupilas
Ayy a mis musas... mis queridas y amadas musas
Discúlpenme, no poseo bien alguno
Solo los versos que ustedes inspiraron e historias maravillosas resplandecientes de utopías
Guardaré en mi pecho la constelación de sonrisas recibidas
Aunque la muchas de ellas era prohibidas
A ustedes les dejo un relicario
Dónde guardo una primavera de memorias en papel
Escritas en noches tristes, con tinta del alma mía
Me despido, salgo con el ímpetu de un rayo
A morir sobre el pecho de mi amada y complaciente luna.