Avancé como el viento sobre la flor
en el asalto a tu piel blanca.
Sentí los brazos de tu pasión girando...girando...
como soles intrusos de la noche.
Te aborde con el impulso primitivo
de mil pájaros eróticos.
Fui mas alla de la vida y de lo extraño
como un naufrago desesperado.
Persistente...persistente...
como el brazo del soldado
golpeando los clavos de la cruz.
Como la embestida de la ola
a la impertubable roca.
Igual que la fuerza de la Luna
que levanta un mar.
Te invadí como un buzo enajenado que sumergido
busca perlas en otros mares
y en el de Omán tambien.
Y recién la dulce melodia
de tus últimos y apasionados suspiros
me llevarron a parar.
juan maría