Tinta de Sangre

Tinta sangre

Entre árboles de palabras

desciendo, soy como una lluvia

de hojas que te busca, la brisa de

tu cuerpo es mi cuerpo en

pequeña luz, ¡quién pudiera el

albur de mirar el cielo!,

¡de quién, la sombra de unos ojos

detrás de un vidrio!,

 

el rocío me llena como de nadie,

la sencillez de mi piel

flota sin espacio ni tiempo,

¡entre hilos se asoman los instantes!,

¡acechan los pájaros que aguardan!,

mi alma se parece a un Quijote de silencios,

 

de mi vientre el llanto de los hombres,

el lucero que tiembla mientras besa la luna mis pies,

por las noches te nombro, tú lo sabes,

es mi prisión también aquel recuerdo,

mi manantial cuando apenas te siento,

mi tarde, cuando un amor lejano fue

mis infinitos labios, en tu vírgen viento,

 

siento que es largo el cansancio que me cubre,

duerme quien tuvo que bajar a por la alianza,

entre pechos rugientes y agitados,

entre manos de inmensas llamas y tinta sangre,

soy un soplo que se corresponde a la espera,

la silueta de una musa suave,

¡quién pudiera amanecer sereno muy dentro de sí,

quién fuera feliz por simple serlo!

 

Muy cercano y al pendiente fluyo,

agradezco el poder amarte como TE AMO,

quisiera convertirte en realidad y volar,

y prontamente latir ligero y sagaz,

y estar a tu lado sin culpar a éste o aquel,

y sentirte mi mujer y yo tu hombre enamorado.

 

Es desnudo el tronco que se yergue,

su madera quiebra mi deseo,

tallo presuroso tu nombre y mi nombre cual sendero

y se alarga el cielo en su mirada,

es verdad, tal vez no debiera quererte como te quiero,

pero TE QUIERO,

quizá no debiera amarte como te amo,

pero TE AMO,

 

y una palabra, una rosa mira mis ojos en perpétuo milagro.

 

T de S

MRGC