¿Y que de las promesas
que ante un altar un día me hicieras?
No bastaron los “te quieros”,
no bastaron las quimeras.
¿Y qué del “para siempre”
que ante el Cristo pronunciaste?
¿Dónde quedó?
¿En qué delgado momento
mi amor dejo de interesarte?
¿En qué parte del camino
esta ilusión quedo perdida?
¿En qué trozo de cielo
esta ahora suspendida?
Son tantas las preguntas
en mi mente amontonadas,
¡Es tanto el dolor!
Las respuestas…las respuestas…
¿Dónde encontrarlas?