Se acabó, se disipó cualquier esperanza, que tenía. No oí más tu voz, quedé atrapada en el tiempo.En el lejano recuerdo, de lo que podría haber sido y no fue. Es hora de que no sufra más, que no siga soñando contigo. Es prudente poner un freno, sin tarjeta amarilla o roja.
Es decirme basta ¿En qué piensas? ¿Te gusta sufrir? ¿O es la realidad que te asusta y te aferraste a él, sin pedirle permiso? No te importó nada si no eras correspondida. Solo quisiste que él te salvaguardara de este presente desagradable. Y es así que remontaste como cometa, te insufló esperanza donde no la había...Y ahora que el presente sigue siendo el mismo, él tu ser imaginario, con el que darías el salto al vacío, tampoco apareció...¿Qué te queda?Nada, suposiciones, conjeturas, que nunca llegaron a ningún lado.Por eso crees morir poco a poco y es cierto te veo marchitarte, sin preludios, ni música de violines.
Tristemente y desolada, sin arpas, seguro que si existe una en el cielo, ahora te acercaste, unos cuantos casilleros hacia ella.Un arpa desafinada y más lúgubre.¿En que andarías pensando, cuando creiste que ese hombre tan pequeño, te sacaría de tu realidad? No tuviste cabeza, una vez más-¿Hasta cuándo? ¿Qué hace falta para que leve el pan? La levadura, bueno seguramente cuando naciste, había una escasez importante.Así que te conformas con un bollos chatos.O te lanzas al mercado por ella, a que te den una sobredosis, toda junta para que crezcas y dejes de ser quien has sido hasta hoy.