Tiempo ha, y no vuelves,
el despertar del día llega y a mi lado
no estás.
En mi alma solo vacio,
tu ausencia duele en los sentidos
devora las entrañas.
Las manos la fragancia de tu cuerpo,
añoran.
la suavidad de tu cabello
tienen presente.
En ti
atrapados quedaron,
los tantas veces pronunciados
¡Te amo!
Se fueron contigo,
siguiendo tu camino se fugaron.
Con el álgido acero del desdén,
las ilusiones murieron.
En las noches del olvido reposan.
Lágrimas rodadas de mis ojos, mojan las evocaciones
al pensarte.
Nada queda,
solo el corazón roto.
Tu gracia en mis pupilas sobrevive
untada a mis tristezas,
Inundando un mar de soledades.
Bamba