Yo voy sonando caminos...
¿recuerdas Antonio hermano?
fué una tarde de verano
dorada. Tu y yo nos vimos.
Me crucé por tu sendero
junto al pino agreste, allá...
Me preguntaste, viajero,
¿a dónde el camino irá?
Una lágrima furtiva,
cruzó tu rostro al hablar,
era la lagrima viva
de una pasión sin curar.
Tu te pusiste a cantar
a la vera del camino.
junto al arbol, junto al pino,
aún siento el tararear.
Ahora en mi corto paseo
tu paso firme al andar
por el páramo yo veo
al compás del caminar.
Mas al ir a hablarte siento
que no dejas de soñar,
que no ha llegado el momento,
que te voy a despertar.
Pero un día, buen hermano,
te cogeré de la mano
y seguiremos, ¿verdad?,
por tu bello caminito.
Tu te irás paso a pasito,
a mi ya no me verás,
el sol muere despacito,
la tarde cayendo está.
Era una tarde mimosa,
tarde de sol, tarde rosa,
de florestas olorosas,
nunca la podré olvidar