Caen los ángeles del cielo,
anunciando su llegada
como castas balas aladas,
moviendo fuerte sus alas,
causando blancas tormentas
que obstruyen la vista al andar.
Fría y extraña sensación
produce su brillante
esplendor impoluto,
cantando un réquiem de luto,
contaminando al pensante
y cubriendo de tristeza
a la ciudad.
Hermosa y serena soledad,
traes al contemplador
de corazón apasionado,
así como traes también estrago
al trabajador empeñoso
y al familiar preocupado,
transportando el miedo
por todos lados,
con tu helado aliento
las calles congelas, y
a las flores desasosiegas
con tu acendrado transitar.