Aquí no hay lugar para los dos
somos fuego y madera.
Incompatibles, incomprendidos.
Hechos el uno para el otro
en un mundo que exagera.
Una cosa es darse calor, otra quemarse.
Te puedo acompañar, no asfixiarte,
ocupar un sitio, no todo el espacio.
Debemos poder movernos con libertad, sin desquicios.
Aquí no hay tiempo para los dos
somos fuego y madera.
Uno se extingue, el otro envejece.
Yo chispeo, tú te incendias.
No podemos ocultarlo, es un sinsentido negarlo.
Yo quiero un amor para toda la vida,
no una pasión ligera que se muestra como fortaleza.
Tú te conformas con un día,
uno más en tu agenda, uno cualquiera.