Una hermosa ave en una jaula de cristal.
vivía entre los confines de su propia realidad
¿El ave vivía cantanto de alegría,
vivía llorando añorando libertad?
Iba de lado a lado en su delicada jaula,
cantando y cantando entusiasmado.
Iba gritando por auxilio,
iba exaltado, iba asustado.
El ave siempre estuvo en esa ornamental prisión,
siempre cautivo como el rehén de un secuestrador.
Siempre buscando una vía de escape
siempre soñando con el mundo exterior
Y así el ave pasaba cada uno de sus días
viendo qué había a través de sus rejas
añorando experimentar lo que veía desde el cautiverio
viendo como con el pasar del tiempo, sus anhelos se alejan
Pobre animal encerrado, ¿A dónde se fue tu alegría?
¿Será que ya te diste cuenta tu realidad tan deprimente?
Quizá nosotros tengamos la culpa de su interminable agonía,
quizá fuimos nosotros quienes le provocamos la muerte.
Pobre ave en esa pintoresca jaula tan cristalina
que tanto veía el cielo que tus compañeras experimentaban
intentabas ser libre y volar junto a ellas
pero la libertad que anhelabas, no era la que tanto buscabas
Pobre ave, tan frágil y tan bella
¿Quién ha sido, que te ha hecho esto?
En tu eterna búsqueda a la vida misma
te has caído finalmente como la flor de un árbol muerto.
Triste y patética ave ambiciosa
que te paseabas alegremente en tu existencia buscando vida.
Planeabas la huida de tu realidad asquerosa
encontraste a la muerte en tu causa suicida.