Andrés Mª

SIGO ABRAZADO A TU ESPALDA

Yo he abierto una ventana

al lado de las estrellas,

sin cristales y sin jambas,

para asomarme por ella.

Y allí me llega tu incienso,

que va calando en mis venas,

dulcificando mis sueños,

como droga sin señuelas,

donde el sabor de tus besos

me sabe a miel y canela.

Desde el alfeizar contemplo,

en una sabana extensa,

esa ciudad que yo quiero,

al pie de una cordillera

de los Andes altaneros,

que conviven con estrellas.

Y yo custodio tu casa,

donde disfrutas tus sueños,

abrazadita a tu almohada

porque crees que estoy lejos.

Al clarear la mañana

y despertar de tu sueño,

sabrás que entre tus sábanas

sigue alojado mi cuerpo,

que aunque no te diga nada

y permanezca en silencio,

sigue abrazado a tu espalda

para colmarte de besos.

 

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