En una noche sin nombre.
Te perdiste en el espacio de tus versos
y te hiciste sueños en mi poesía,
te crecieron alas y volaste al universo
dejaste tus huellas en papel mojado,
en palabras rotas de tu filosofía de la vida.
De tus soledades tristes y amargas
y de tus lunas sin dormir llenas de llanto.
No te abrazó la rama de tu herencia
ni te cobijó el retoño que esperabas,
que en abrazos y besos te cubriera.
No te abrazo la hija heredada.
No había fuego en la chimenea
ni abrazos que de noche te abrazaran,
fuiste huérfano de hijo
y abandono de sustento
solo las salubres lágrimas
eran testigos de tus soledades.
¿Yo qué podía hacer?
La distancia era mucha ¡Demasiado diría yo!
Dejaste huella de letras en poesía y en prosa
marcaste la ruta de tus circunstancias
por amar y por vivir…
dijiste: Adiós en una noche sin nombre
y sentí, tu espíritu tocar el mío
con la última canción de despedida
como cuando me alegrabas la vida con tu canto
no sé, de donde tomabas fuerzas?
para cantarme tan alegre.
=Sería que mi amor te sostenía
en la soledad de tu llanto y mío=
Lloramos soledades…. ¡Tantas veces!...
Alicia Pérez Hernández
-No es la pluma la que escribe es el alma-