Barro somos y al barro volveremos
Cuando el creador decida
Que en los prados del cielo encontraremos
Lo no hallado en la vida.
En el barro propicio de tu amor
Puse fértil simiente
Y los frutos nacieron con dolor
Que aguantaste valiente.
De ese barro, solícitos nacieron
Para que no muriera
La especie y así, generosos, surgieron
otoño y primavera.