Hace poco,hace siglos.
Y no me queda rito para seguir viviendo.
Alcanzar el sueño que se quedó perdido
en una cafetería, entre el café y una sonrisa
la cuenta redoblaba su miseria en mi bolsillo.
Café pedí y el viento me amasó la garganta.
Quiero llegar a mí y no puedo
nunca estuve, siempre he sido...
Si pudiera, nacería de mí misma
y me arrullaría
con la voz que tenía
cuando jugaba a las escondidas.
Ave María, llama a la niña
dale una hostia y no le digas
no le digas
que el agua bendita
también sirve para el té.
Besé mis labios, a conciencia
me peiné el cabello
me hice una trenza
pinté mis labios
y estuve segura que así tampoco
la foto en sepia se acordaría de mí.
Mí: se sabe que no tenemos insomnio
Esta silueta se recuesta en mi cama
se fuma un cigarro
se abre de piernas
y se frota, brota, rota
el demonio del amor
que castigo con mi sed.
Sed de ti y aborrezco mis ojos:
patria del hombre
roble muerto,
otoño.
Hogar de arcilla en los vestigios de la fe.
Hace poco, hace siglos.