Cerraba los aires, y flotaba hacia los ojos.
Las paredes caían vencidas, ante la neutralizada gravedad.
El suelo cedía, frente a nuestro viscoso arte.
Nuestro alcanze, no tenía límites delimitantes.
En los confines de los cementos,
también moraba lo eterno.
Toda vía, conduce al mismo lugar.
Es el espacio en el cual....
hay que volar, volar y volar.
Es el sitio donde se encuentra el....
hay que volar, volar y volar.
Un viento nos sopla,
y no nos deja explicar,
que cada calle de lo físico,
nos abre la infinidad.
Pero no busques entenderlo,
un sueño no tiene finalidad,
más manten los ojos abiertos,
ya llegará la hora de despertar.
Estamos en el mundo de las propias proyecciones,
y eso significa que el...
hay que volar, volar y volar.
¿Pero que simboliza todo esto?
que hay que callar, soplar y callar.