Estoy en la cima de la montaña
Contemplando un claro e inmenso horizonte:
Valles tranquilos y abundantes bosques,
Limpios manantiales, turbias cascadas…
Veo ese pequeño solo con su alma,
Más solitario contemplo a aquel joven;
Envuelto en problemas al maduro hombre,
Y a ese viejo errante, lo veo en calma.
La vida es juego de contrastes locos,
Abundan las bajadas y subidas;
Tablado de penurias y de logros:
Drama pleno de llantos y alegrías.
Escucho en el cielo cantos sonoros
Y gracias le doy por todo… a la vida.