Tinta de Sangre

Deshoras

Frente a las ventanas,

un poema de mujer

se muestra ante mí

mientras la ciudad se apaga,

y la oscuridad avanza,

y los cielos son un silbo

en un quieto corazón.

 

A veces el amor es un recién parido pájaro,

que besa momentos desordenadamente bellos,

que ignora el dorso de un retrato,

que en las noches se envuelve en cuerpos sin

nunca pedir permiso,

el amor que cabe en una gota entre libros,

y mientras el poema de mujer es mi decir vivo,

yo me dejo caer,

tenaz y huyendo.

 

He despertado,

soy esta inocente mano de mi mano de hombre,

que dibuja sin sentido o consentido de ti,

seguro estoy que algo en mi sangre espera todavía,

tu voz o mi voz cuando te llamo,

la mañana aquella en que encendida fuiste mi eco,

el reflejo de las brisas que orean,

como la brisa de mi alma rumor de mis ansias,

como el amor,

ese amor que es en mi vida toda mi herida

de fuego y aire fresco, como el amor,

de tu nombre y de mi río,

ese silencio expiro,

mientras un poema de mujer se muestra ante mí.

 

Al descubierto sé,

me anima mi pecho resbalando,

¡será que estoy en todo lo que creas!,

¡será que estás, como todo tu amor!

 

Los paisajes cuadriculados me buscan,

soy cada vez que te amo,

el tiempo que pregona mi insistencia, me corteja,

en una carta de ojos cerrados le pido que me persiga,

que te traiga a mi lado,

que en mi boca deje tus sueños,

que reconozca mi traje con tus labios,

que se detenga en mi piel y que salga a tu encuentro,

mientras un poema de mujer se muestra ante mí.

 

Un poema de mujer posándose en ti,

a deshoras,

como mi pensar.

 

T de S

MRGC