La salvación
Me volví ciego en la fuente de tu sexo,
me volví mudo en la miel de tus palabras,
sordo en la flor del embeleso entre tus muslos,
y aún así logré alcanzar, sangre por sangre,
la plenitud de mi poder desamparado
y la victoria de los dos entre tus carnes infinitas.
24 08 13