LA FUENTE DE LA EDAD PRODIGIOSA!
Qué cuántos años tengo? no lo sé, lo único que sé, es que a veces no los siento
Tengo la fuerza suficiente y los años necesarios, para gritar el momento
Lo que pretendo y pienso, sin remordimientos ni lamentos
Los pertinentes, para hacer lo que quiero, sin miedo al desfallecimiento
Tengo los años en que el amor, ya no es una ilusión, sino una loca pasión
Donde el fuego consume lentamente la ocasión deseada sin explicación
Los esenciales, para vivir sin miedo, por los senderos, sin esperar invitación
Con la experiencia cargada a cuestas, pero a quién le importa el sermón y mi reputación?
El ayer, de esperanzas, de triunfos, ascensos y lágrimas derramadas
Para hoy, disfrutar de remansos de tranquilidad y calma deseadas
Para unos viejo, calvo, canoso y de arrugas prolongadas
Para otros, un estorbo de huesos retorcidos y quejidos en ausencia burlada
Pero aún sigo vivo, con las energías de acariciar y abrazar, pasiones olvidadas
Que hermoso salir y disfrutar la fuente, de personas orondas y llenas de energía
Dejar atrás aguas estancadas y máquinas enmohecidas
Con mentes brillantes, dispuestas a resplandecer sin rayos de melancolía
Mostrando rostros de alegría y de humor, dejando atrás tristezas desaparecidas
Que placentero ver alrededor de la fuente, personas maduras, alegres y rejuvenecidas
De miradas insinuantes, al ver pasar hermosas modelos exuberantes
Con su caballerosidad, sin dejar atrás su galantería y de piropos susurrantes
De risas y carcajadas, dejan entrever, el amor apasionado y vigorizante
Que tiene la fuente, que congrega aquellos seres, en sus aguas prodigiosas
Salir de la rutina y poder compartir saludos y abrazos con amigos complacientes
Departir un tinto y de habladurías, sin achaques que calmen las dolencias esparcidas
Retornar al hogar, cargados de vigor, salud y energía, verlos sonreír, ha pasado un nuevo día
No se hable más de cábalas, de profecías, ni de augurios de investiduras heridas
Dejad que la fuente irradie con sus rocíos e inunde de alegría los corazones
Que aún se puede, con los músculos erectos, penetrar esa selva húmeda querida
Y escalar volcanes ardientes en erupción con las entrañas lastimadas de emociones
Embriagarme con ese amor apasionado, que me deje exhausto, hasta el amanecer soñado
Esparcir como la lluvia, las gotas de sudor, como las arenas que lleva el viento
Y a las amistades empaparlos y que en ellos quede algo de mi sentimiento
Y estrechar los lazos de hermandad, como el cielo azul de nuestro firmamento
Que importa morir, si el frenesí de la dicha alcancé
Bajaré tranquilo al sepulcro, las mieles del éxtasis logré
Que el amor y la amistad, perduren, y por el infinito por siempre, viajaré!
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla - Bucaramanga-agosto 25-13