LA CARTA
He leído tu carta varias veces.
No entiendo la cosas que me dices,
parece que ya te has olvidado
del amor que un día me ofreciste.
La leo para ver si al fin comprendo
en que me equivoque al darte mis placeres,
desconozco el error que he cometido
y no sé porque tu no me quieres.
Me dices en tu carta que sientes mi rechazo
que notaste que cuando me besabas,
el sabor de mis besos era amargo
y me dices que yo te los negaba.
Dices que mi mirada estaba ausente y mi cuerpo
no se estremecía como en noches pasadas,
que el perfume de mi piel era distinto
y escribes que me sentías angustiada.
He intentado quemarla y olvidarme
de lo hiriente que han sido tus palabras,
he pensado omitirlas sin ofensas
y cuando vuelva a verte no reprocharte nada.
Es que no puedo imaginar que me abandones
no quisiera pensarlo ni un instante.
Yo te pido que vuelvas a mi lado
y que sigas amándome como antes.
Prometo que cuando vuelvas a besarme
te diré con mi aliento que estás equivocado
te entregaré mi cuerpo mirándote a los ojos
y te daré mi corazón apasionado.
Anahilda Garcia.