Isaac Amenemope
Todo Pasa
Cámbiame el acuario de tu mejor vida
por un par de peces que naden desconcertadamente
al ritmo de mis dedos.
Dame del entusiasmo sed para probar de nuevo
de mi intención exprime la veracidad de un hecho.
A dónde vamos,
moviéndonos como olas en un espejismo sintético
con las chispas de las emociones
saltando sobre nuestras palmas.
A sentir primero
luego, a jugar con ilusiones
y por último a reconocer las almas;
que no utilizan ni dinteles, ni ascensores, ni escaleras
y no van por casualidad a cualquier parte.
Es que podré otra vez hallarte
sólo si reconocer el Amor quisiera:
La sal de tu agua, la dulce luz de afuera,
el perdón, la medicina para curarte,
la risa de un te quiero,
toda la vida para recuperarte.