VICTOR ANDREW

EL DIÁLOGO

a Letanea...


...Un corazón late

, profundo y melancólico,

y va rimando inerte en el recuerdo…

acariciando el brillo de las sombras

suspirando y amando…

 

Va al llanto y vuelve a la risa,

inhala del pasado y aclama en el presente:

 

     ¡Corazón mío que andas lejos…

            ¡Corazón tuyo que anda cerca…

 

Y le pregunto al corazón:

porqué lates amigo mío.

y obstruyendo la arteria del llanto, me dice:

 

Es que anda lejos mi doncella

y yo tras ella aunque no quiera,

y palpito fuerte… muy fuerte…

Ritmo vibrares en el viento

y acaricio las ondas para volverlas tiernas,

 

Luego….

Claudico mis sonidos por algún tiempo.

 

Y a pesar de que ella aún late.

Silencia sus latidos, que sus ecos no me llegan.

 

Y musitando como quejoso…

Dime tú amigo mío –me dice él-

Que piensas tú... debo hacer...

 

Levanto la cabeza al cielo oscuro…

(Es tan amplio el cielo, pero muy pequeño

para el amor que guarda en él)

 

Qué pienso yo -le contesto-

amigo mío…

corazón abnegado a la incertidumbre del destino.

 

Si fueses mío.

Latirías hasta que me duela el alma,

Encausarías todos los sonidos hacia ella,

Romperías todas las barreras con los gritos;

Y sí aun no te escuchase…

Cortaría mis arterias para regar el cielo.

Y así, teñido el azul de rojo

Ella talvez lata, aunque yo ya muerto,

entendiendo que no habrá nadie

que como yo la quiera…

 

y el corazón molesto me contesta:

¡Soy tuyo poeta enamorado ¡

Yo soy tuyo…

 

Y levantando nuevamente la cabeza

-Le digo- señalando al universo…

Recuerdas el beso que le dimos a aquella estrella…

pensativo y viendo a ,su doncella, la más brillante

 – me dice él-

 

Pues ya no eres mío amigo mío.

 Desde aquel beso al infinito,

mi tierno amigo corazón,

Tú para siempre entre los siempre

Serás de ella…

Siempre… de ella…