La niña y la Golondrina.
Aromas de tierra
húmeda, de jardín
fresco,
incienso de alegría,
ambiente excitado,
arrebato del festivo
cantar costeño, del
trinar del pájaro, su
pico agitado, pecho
henchido hacia el cielo
dorado.
Una niña desde su
balcón le espía
sus acaramelados
ojos le han encantado
ella esconde su rostro,
el le sonríe,
flameante juguetear de
amores solapados, joya
oculta, su sonrisa le ha
pillado
En danzas a su balcón
van sus melodías
una rosa de mediodía le
ha cortado
la cual en vuelo crispado
a sus pies a depositado
niña traviesa su corazón
has cautivado.